lunes, 31 de enero de 2011

SIRENA.

Ponte el moño apretao, sirena, que se joda el viento. Rompe las horquillas de espuma y déjame que te remache sonrisas de hierro, de esas que disipan las brumas, que sé que entre los males nos lloverán cristales, yo iré descalzo y tú desnuda al son del amor del ronco tambor que toque la luna.

Vamos a trepar a la copa de éste sol de enero y a hacer un nido en su ramaje, y allí reírnos viendo como a cada minutero se lo devora el oleaje, y cuando entre mis brazos resuenen cañonazos yo iré perdido entre tus dunas, dejándolo todo, quemando los tronos donde reinen dudas.


Y báñate en mis ojos, que se joda el mar, que quiera mecerte a su antojo, si no somos nadie a nadie va a encontrar, y si a las heridas quiere echarles sal, sólo va a encontrarse cerrojos y las cicatrices de la soledad.

Coge resina para untarnos poco a poco el cuerpo, por si vuelve la ventolera, y mientras tanto, entre los huecos que nos deje el tiempo, deja volar tu cabellera, que si a nuestra locura vuelven nubes oscuras nos cogerán frente con frente y codo con codo, cada vez más solos, rodeados de gente.

lunes, 24 de enero de 2011

SMILE LIKE YOU MEAN IT.


Hay ciertas cosas que no se explican, porque simplemente no se sabe cómo. Yo no sé explicar mis “impresiones”, cosa que sé que odias, y tampoco sé explicar qué es lo que me haces sentir. Por otra parte, sé que me encanta pasar el tiempo contigo, y mirarte a los ojos, y descubrir algo distinto. Me gusta que me sonrías de la forma ésa en que sólo tú sabes. Esa que me hace sentir tan especial. Me encanta que me obligues a hacerte cosquillas por la espalda, y tener el poder de dormirte con sólo un dedo. Me encanta que me permitas besarte de todas las formas que se me ocurren, que me dejes cogerte del mentón cada vez que te hablo, y que te dejes barba de cuatro o cinco días. Adoro la forma de tu clavícula, y que me quites literalmente la respiración. Me encanta apoyar la cabeza en tu pecho, y sentirme segura. Pero segura de verdad. Segura de mi misma. Me gusta muchísimo tocarte el pelo, y tratar de darle alguna forma con los dedos. Adoro que me digas la verdad. O por lo menos, tu verdad. Me encanta que tengas ésa capacidad para soportarme, incluso cuando me pongo tonta, o digo las cosas sin pensar. Adoro que me hagas recapacitar, y pensar las cosas antes de decirlas, y que me pongas nerviosa, y me obligues a contestar cosas que sabes que quiero decir pero no me sale. Me encanta que me llames de mil formas distintas, y que se te escape “pochocli” de vez en cuando. Que haya cosas que sólo sepamos los dos, que te acuerdes de cosas, y de otras te olvides, y me hagas recordártelas constantemente. Que me digas “tururú” o “caracola”, como si fuese una niña pequeña. Me encanta que me dejes ir a mi ritmo, y cuando tratas de evitar que me vuelva estúpida y piense cosas que no son. Que no te guste el fútbol. Que me cojas de la mano si me siento alegre, y que me abraces fuerte si me siento triste. Que me hagas enmudecer con sólo tocarme, y que me dejes tu olor en el pelo cada vez que te vas. Adoro hablar del futuro contigo, y de viajes, y de sitios, y de cosas por hacer. De mis padres, de los tuyos, del mar, de que odias la arena, de que quieres una casa, que te gusta bucear, de tu buhardilla, de tu hermano, de lo que te importa, de lo que me importa a mí. Adoro que me quites los miedos con un chasquido de dedos. Me encanta que me hagas partícipe de tus cosas, y que quieras ser una pieza importante en mi vida, porque en estos últimos meses, he tomado contigo más decisiones reales que en toda mi vida, y es que, la cosa va más allá del quererte, o dejarte de querer (que créeme, lo hago con todas mis fuerzas, cada día que pasa, a cada segundo, un poco más), es que te necesito conmigo.

M.

viernes, 14 de enero de 2011

SOMEONE.

Alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos. Que me rompa las medias con la boca, y luego me compre otras. Que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera. Que se pierda conmigo para después rescatarme de laberintos sin sentido. Que saque la espada y me defienda de víboras, pirañas y putas. Alguien que cosa disfraces a mis días malos, y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude. Que no me haga sufrir porque sí, pero que tampoco me venda amor eterno manoseado. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano. Que no me compre regalos pero que tenga mil detalles de papel. Que no le guste verme llorar y me haga reir hasta cuando no tenga ganas. Que de vez en cuando decida perseguirme en los bares y conocerme otra vez. Que me mire, le mire, y me tiemblen las piernas sin remedio. Alguien que esté loco por mi, y no se le olvide decirmelo los días de resaca. Que si se pone animal, sea sólo en la cama, y me mate a besos por la mañana. Que no se acostumbre a mi y deje de inventar nombres nuevos para despertarme. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos de hojalata. Alguien que esté dispuesto a intentarlo.
Pero sobre todo… Alguien que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.

martes, 11 de enero de 2011

PRIDE.

Hoy, me siento orgullosa de mi misma. Estoy orgullosa de mi, porque soy capaz de enamorarme, de querer a quien me quiere, y a quien incluso no me quiere. Soy capaz de reírme, de hacer lo que me gusta, y de saber qué es aquello que no me conviene. Estoy orgullosa de mi, porque sé quien soy, y de una vez, he acabado por aceptarme, porque tengo miles de defectos, pero también tengo personas que me convencen de mis virtudes. Hoy estoy orgullosa, porque tras cada caída, ha venido un empujoncito hacia delante. Estoy también realmente orgullosa de ver por fin el vaso medio lleno en vez de medio vacío, y estoy orgullosa, sobre todo, porque hay gente, que se enorgullece de mi.

jueves, 6 de enero de 2011

MENTIRAS.

¿No estás harta de mentiras?
Yo sí. Yo estoy realmente harta de las tuyas.
Odio que te hagas pasar por otro tipo de persona que realmente, no eres. Lo sabes. Porque sabes, en serio, que nada de éso que consideras importante lo es de verdad. Sabes que malgastas tu tiempo, sabes que te gustaría ser de otra forma. Te has dejado atrapar, y ahora tienes que pagar las consecuencias. Has caído en ése círculo vicioso que es aparentar, o pretender aparentar. Igual puedes engañar al círculo de gente en el que te mueves, pero a mi no. Yo te conozco de verdad, sé lo que te gusta realmente, y lo que quieres hacer con tu vida.
He de decirte que te equivocas de camino. Concéntrate en lo que eres, y no en lo que piensas que desearías ser.
No por tener unos centímetros más de aquí y menos de allá, o por vestir Chanel, vas a ser mejor que alguien que viste de Zara. Si te toca morirte, vas a morir igual, si te toca enfermar, vas a enfermar igual, ¿o es que Chanel va a salvarte de un cáncer? Pf.


Sí, puede que tú seas una verdadera reina. La reina de lo superficial.