domingo, 28 de febrero de 2010

SÍNCOPE.

Ciertamente, Anne nunca había pasado por nada parecido a aquello. Algo en su mente decía; "¡Vamos, es tu turno!". Su otra parte la atornillaba contra el asiento sin dejar que se moviera. Repitió en su mente cada una de las palabras que debía decir. No podía. Ella era, sencillamente, una cualquiera.

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